Señor, hemos pecado contra ti. Nuestra generación ha utilizado la religión y instituciones religiosas para ganancias personales, para pecar en contra de nuestro semejante. Vemos abusos de todo el tipo en las noticias. Ten misericordia de nosotros. Lo mismo de tus días, continúa pasando, por nuestro pecado. Perdónanos, y ayúdame personalmente a no caer en este pecado.
Gracias por tu ejemplo de humildad cuando entraste en Jerusalem. Podrías entrar con carros, guardias y mucho honor pero elegiste, una vez más, dejar el ejemplo de humildad. Ayúdame en ello.
Señor, quiero tener fe. Quiero creer que los montes de mi vida se moverán. Dame la sabiduría para pedir, y la fe para esperar creyendo. Muchas veces no creo, ayúdame. Quiero mirar hacia atrás como ejercicio de fe. Quiero enumerar las muchas bendiciones que me has dado como respuesta a mi oración, y así fundamentar mi fe. Alabado sea tu nombre por lo que has hecho, y por lo que harás como fruto de mi oración hoy. En tu nombre, Amén.