
La mente humana es un terreno de guerra. Los pensamientos buenos y malos luchan entre si tratando de definir quienes somos y cómo nos sentimos.
Los niños también tienen pensamientos tanto buenos como malos. Hoy oramos que ellos puedan aprender en temprana edad, con nuestra ayuda, a sustituir los malos y mentirosos pensamientos com la verdad que nos enseña la Biblia. Si son adolescentes, que estén abiertos a entender y tomar pose de las verdades bíblicas. Esta es una disciplina que vendrá bien a los niños y a nosotros mismos. Deben de saber que son una obra prima de un Dios que no comete errores, que Dios les ama profundamente, que son únicos y especiales, que tienen un propósito y que el plan de Dios para ellos es bueno. Oremos por ello.
Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto.
Romanos 12:2
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice el Señor, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Jeremías 29:11