
¡Gracias te damos, oh Dios; te damos gracias! Porque cercano está tu nombre; se cuenta de tus maravillas (Sal 75:1).
Dios está siempre trabajando en nuestro favor. Nada ni nadie está en su camino. Sus promesas siempre prevalecerán. Él promete y así lo hará. Grande es el Señor y grandes son sus maravillas. Alábale y agradece por promesas cumplidas y las que cumplirá por fe.