
23 Salmo de David.
El Señor es mi pastor, nada me falta.
2 En verdes praderas me hace descansar,
junto a aguas tranquilas me lleva.
3 El Señor me reconforta,
me conduce por caminos rectos
haciendo honor a su nombre.
4 Aunque camine por valles sombríos
no temeré mal alguno,
porque tú estás conmigo,
tu vara y tu cayado me sosiegan.
5 Ante mí preparas una mesa
delante de mis enemigos,
unges mi cabeza con aceite
y mi copa rebosa.
6 El bien y la bondad estarán conmigo
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
durante días sin fin.
El Señor está con nosotros, dirigiéndonos, caminando a nuestro lado en momentos difíciles … siendo nuestro Buen Pastor. Hoy Le agradecemos por cuidarnos con tanto amor todos los días de nuestras vidas. Lee este Salmo en voz alta, poniendo la énfasis en «me», «mi», o todo pronombre de primera persona. Recibe estas verdades en tu vida.