Día 18: Salmo 23 (online ⬇)

Las ovejas son animalitos muy tiernos y bonitos. Me encanta ver cuando corretean de un lado a otro como rebaño, siguiendo al pastor. Son muy vulnerables, no huelen en agua y pueden morir de sed aún al lado de un arroyo. Si se caen y se voltean patas arriba necesitan la ayuda del pastor para ponerse de pie de nuevo. Se pierden fácilmente si el pastor no está atento. Le necesitan para todo.
No es de sorprendernos que Dios nos compara a las ovejas. Estamos perdidas sin nuestro pastor. Con Él, entretanto, estamos cuidadas, alimentadas, y si nos perdemos momentáneamente, va en pos de nosotras. Sus ojos están sobre nosotras pues conoce nuestras limitaciones. Es su deseo cuidarnos dándonos descanso en pastos verdes y aguas frescas. Aun cuando el camino es peligroso y oscuro, confiamos en el Pastor que es fuerte y poderoso, y nos dirige en cada momento.
Hoy, toma descanso en los brazos del Pastor que te cuida. Puedes que ni siquiera tengas palabras para describir lo que sientes en estos momentos. No hace falta explicarle, sus ojos están siempre sobre ti y conoce tu condición. Toma aliento en Sus brazos y descansa. Llora y suspira por tiempos mejores. El Pastor “oirá” y “entenderá” tus lágrimas y moverá cielos y tierra en tu favor. “Yo soy el buen pastor: el buen pastor su vida da por las ovejas”.
Puedes leer este Salmo: https://www.biblegateway.com/passage/?search=Salmos+23&version=BLP